Tras haber pasado una semana genial en Catalunya con vosotros, había llegado el momento de venir a Oldenburg . Las dos ciudades son muy distintas, pero hemos estado muy cómodos. Entre el pa amb tomàquet, los Bretzeln, el aceite de oliva y la mantequilla, hemos cambiado nuestras costumbres alimentarias; y entre la playa, los campos, el sol y la lluvia, ha cambiado nuestro tono de piel. Parece fácil, pero adaptarse a un país que no es el propio no es sencillo. Pero gracias a vuesta hospitalidad y vuestra colaboración nos hemos sentido como en casa siendo realmente extranjeros. Queremos agradeceros muchísimo todo en general. Ha sido una semana muy gratificante y estupenda, pero tenemos una cosa que decir. Nosotros, los alumnos, hemos estado hablando y debatiendo sobre la estada en tierras alemanas, y todos estamos de acuerdo en una cosa. Una queja, una critica y mejora para el año que viene: ¡QUE NO SEA SOLO UNA SEMANA!
Dankeschön.
Dankeschön.